De esta manera, ha sido posible seguir ofreciendo apoyo para la crianza a las familias de las comunas de Chile que actualmente están implementando las distintas metodologías de Triple P, a través del Sistema Lazos (Subsecretaría de Prevención del Delito) y del Subsistema Chile Crece Contigo (Subsecretaría de la Niñez).

En cuanto al acompañamiento a los equipos de profesionales municipales que trabajan con las familias, “se ha puesto énfasis en tres aspectos principales –señala Rodrigo Castillo, Consultor de Implementación de Triple P–. El primero fue saber cómo estaba cada uno desde el punto de vista anímico y de salud, y cuáles eran las condiciones de su contexto, en qué régimen se encontraban trabajando, cuáles eran las decisiones de su municipio para hacer frente a la emergencia. Un segundo punto, relacionado con eso, fue acompañarlos en la identificación de factores que pudiesen dinamizar u obstaculizar la implementación de Triple P de manera remota. Y un tercer aspecto ha sido rescatar constantemente, en cada reunión y en cada conversación, el propósito de lo que estamos haciendo; es decir, poner en el centro a los cuidadores, a las madres y a los padres que en estos momentos necesitan un apoyo especializado en crianza”.

Rodrigo Castillo agrega que “nos hemos podido dar cuenta de la alta motivación que tienen los equipos a nivel local en la implementación de Triple P. Sienten que es una necesidad en sus territorios, más en este contexto, y eso se expresa muy claramente en las actividades que se les ocurren, en cómo participan en los talleres virtuales que hemos organizado para poder ir generando esta implementación remota de cada una de las metodologías”.

De acuerdo con Fernanda Cornejo, Coordinadora del Programa Competencias Parentales y Apoyo a la Crianza en Pudahuel, “es imprescindible este acompañamiento, sobre todo en estos tiempos inciertos, ya que muchas veces, de acuerdo a la metodología, no sabemos cómo actuar en emergencias y cómo podemos ir reestructurando la implementación con las familias. Las modalidades siempre han sido presenciales y esto implica hacer las sesiones por videollamada o contacto telefónico. En este sentido, es fundamental el apoyo que se entrega, ya que nos da una orientación sobre cómo trabajar con las familias, que están con un alto nivel de estrés”.

“Actualmente, estamos trabajando con 26 nuevas familias, pensando en llegar a 30, y eso es importante, porque son familias que han sido contactadas en crisis Covid-19, no son familias que ya estaban siendo intervenidas –añade–. Entonces, esto sí funciona. Está la necesidad de hablar sobre temáticas de crianza, las familias sí se conectan, sí quieren trabajar, sí quieren mejorar, a pesar de lo que estamos viviendo”.

Natalia Campos, también Coordinadora del Programa Competencias Parentales y Apoyo a la Crianza en Pudahuel, agrega que “desde Triple P nos dieron orientaciones técnicas y logísticas sobre cómo poder hacerlo. Ha sido muy positivo, ya que nos dio también una nueva modalidad de trabajo. Tenemos familias que son monoparentales, con una escasa red familiar y en ese sentido, el poder seguir implementando el programa de esta forma es sin duda de gran ayuda para ellas. Además, se ahorran los tiempos de traslado y es más seguro por el contexto de crisis sanitaria en el que estamos. Todo suma para que podamos llevar a cabo una buena ejecución del proyecto”.

Capacitaciones en línea

Asimismo, Triple P ha adaptado el formato de las capacitaciones a los profesionales en las distintas metodologías de apoyo a la crianza, por lo que, en el actual contexto, se han estado efectuando a través de plataformas digitales.

La asistente social Kathya Escobar, quien trabaja en La Pintana –una de las comunas que ofrece Triple P a través del Sistema Lazos–, participó en la primera certificación para profesionales que se realizó en línea. Según su experiencia, “la capacitación en general fue sumamente buena, ya que me permitió harto aprendizaje. Estoy muy agradecida y me siento ansiosa de poder aplicar lo aprendido en mis procesos de intervención con las familias”.

Javiera Cerda, Directora Adjunta de Capacitación y Programas de Triple P Latinoamérica, señala que “al cerrar cada ciclo de capacitación online, hacemos una ronda para recibir las percepciones con las que se quedan los participantes y la evaluación ha sido muy positiva. Todos han agradecido mucho la instancia. Algunos habían participado antes en capacitaciones presenciales y han comentado que, si bien se echa de menos el contacto cara a cara, el proceso formativo queda intacto y han podido adquirir nuevas herramientas. Incluso hay quienes dijeron que esta capacitación online marcó un antes y un después en cómo están trabajando con las familias”.