Es por esto que nació la inquietud de la Corporación por buscar programas basados en evidencia para poder apoyar a estos padres y entregarles herramientas en materia de crianza: “optamos por Triple P, dada su trayectoria y sus resultados documentados”, aseguró Kastowsky y agregó “trabajar con la parentalidad positiva les da la oportunidad de mejorar habilidades, la forma en que se comunican y resuelven los conflictos en su familia”.
La implementación de Triple P con estos padres trajo resultados positivos, aseguró Alejandra Bustos, consultora de implementación de Triple P Latam y quien estuvo a cargo de impartir el programa. “En un comienzo los padres estaban inseguros en la relación con sus hijos o hijas. Sin embargo, al finalizar los talleres su confianza frente a problemas de conducta o situaciones difíciles con ellos aumentó; mejoraron su relación y sus prácticas respecto a la
crianza se tornaron más positivas”, sostuvo Bustos.
Ricardo Rodríguez, uno de los beneficiarios de la Corporación, dijo que “ahora me siento con la capacidad de comunicarme mejor con mi hijo y él se preocupa de cumplir acuerdos”. Asimismo, otro padre, Mauricio Lemus, aseguró que hoy siente que está haciendo las cosas bien como padre y que la relación con su hija mejoró, ella lo considera y le demuestra gestos de cariño, sostuvo.
La relación de pareja también se fortaleció
Muchas veces hay conflictos entre los padres porque no hay acuerdos en torno a la crianza, pero al aprender estrategias sencillas como las que entrega Triple P, los padres logran trazar objetivos comunes respecto a estos temas mejorando el entorno familiar.
Así lo aseguró Marco Maturana quien también realizó Triple P grupal, según dice esto no sólo le trajo buenos resultados en su relación con sus hijos sino con su pareja, con quien hoy tiene más tiempo para disfrutar juntos.