Sandra Campillo es directora de la Escuela de Párvulos Las Araucarias, cargo que ha desempeñado por más de 30 años y que dejará ahora, aunque no precisamente para dedicarse a descansar. Sus próximos pasos, están dirigidos a integrarse al programa Apoyo a la Crianza de Chile Crece Contigo, en la comuna de Pudahuel, como facilitadora de Triple P. “El mundo de Triple P llegó a mi vida a través de mi hija, quien se acreditó hace un par de años, y decidió regalarme para la Navidad de 2021 el curso para la certificación en (la metodología) Grupal 0-12”, cuenta.
Tras una vida trabajando con niños, niñas y sus familias, Sandra comenta que quedó “gratamente sorprendida con la metodología de trabajo y lo visualicé como una excelente herramienta a incorporar en mi labor como educadora de párvulos y directora de un centro educativo”. Además, revela que “al realizar mi primera acreditación, tomé la determinación de continuar acreditándome en los diferentes niveles, pues definitivamente es el camino por el cual deseo continuar”.
Sandra destaca de la metodología Triple P como apoyo a la crianza “que nos permite estar 100% conectadas con las familias y sus problemáticas, además de la claridad de las estrategias”, sumado a que las familias que acceden al apoyo de un profesional capacitado en Triple P “pueden ver cambios a través de la parentalidad positiva, propiciando un ambiente positivo en el hogar y ayudando a los padres a que tomen conciencia de que son capaces de darle solución a sus problemáticas, incentivando el buen trato y el respeto”.
Por otra parte, Sandra cuenta que “incorporar la metodología Triple P a mi vida me ha permitido plantear un nuevo desafío en mi crecimiento profesional, lo veo y lo decreto como mi camino a seguir, pues Triple P me ha abierto una ventana en la forma de ver y llevar a cabo la labor educativa en lo que se refiere a dificultades conductuales”.
Actualmente, los desafíos que enfrentan padres, madres y cuidadores son, para Sandra, la socialización de los niños y niñas, y el manejo de la tolerancia a la frustración”, por lo que, desde su mirada, “es prioritario brindar a los padres y cuidadores acceso a apoyos que les permitan enfrentar los desafíos de la crianza”.
Entre sus objetivos, tiene el interés de poder ofrecer Triple P de manera gratuita a familias que lo necesiten, meta que, según explica, surge porque “creo que es vital hacer llegar la metodología Triple P a todos quienes lo deseen y necesiten, independiente de los recursos económicos con los que cuenten. Los niños y niñas, sin distinción, son merecedores de todos nuestros esfuerzos con la finalidad de procurar una infancia feliz, en un entorno de bienestar físico, psíquico y de mucho respeto”.