Investigadores turcos, liderados por Gonca Özyurt, de la Clínica Psiquiátrica para Niños y Adolescentes del hospital público Nevsehir, señalan en su publicación del Journal of Child and Family Studies, que los padres que disciplinan con enojo, gritos o castigos severos, era más probable que provocaran  reacciones de miedo en los niños.

Los niños y niñas que participaron en el estudio, se encontraban en la lista de espera de la Unidad de Pacientes Ambulatorios de Departamento Infanto-Juvenil, de la Escuela de Medicina de la Universidad Dokuz Eylul y presentaban desórdenes de ansiedad clínicamente significativo.

“El objetivo era evaluar la efectividad de Triple P en niños con trastorno de ansiedad y evaluar sus efectos en problemas conductuales y emocionales, nivel de ansiedad general, gravedad del desorden y funcionamiento psicosocial general”, según señalan los investigadores.

Los autores concluyeron que “el nivel de ansiedad y gravedad del trastorno disminuyó significativamente y la funcionalidad del niño aumentó significativamente al aplicar Triple P a sus padres”.

El fundador de Triple P Matt Sanders se alegró con los resultados. “Tradicionalmente los tratamientos por trastornos de ansiedad y depresión se centraban en el niño como individuo y sólo en los últimos años la investigación se ha enfocado en el rol que los padres pueden tener”, indica Sanders.

Otros estudios sobre Triple P han encontrado una serie de beneficios que incluye menores niveles de estrés y depresión en los padres, mejoras del comportamiento de los niños y niñas y disminuciones en las tasas de lesiones por maltrato infantil.

Lea más acerca de esta primera investigación turca en el Centro de Apoyo para la Parentalidad y la Familia de la Universidad de Queensland. Triple P blog.