Abimael, hijo de una madre que participó de un taller destacó que “Me gusta venir al centro porque la paso bien; armo rompecabezas, veo películas y me enseñan a calmarme enseñándome una canción. Me siento cómodo. Pero lo más importante ha sido el cambio de mi mamá. Desde que estamos viniendo, ella ha cambiado y yo estoy muy contento”, aseguró.
Por su parte, Yamileth madre de Abimael sostuvo que: “Yo estoy muy agradecida con este taller porque me ha ayudado bastante a crecer como persona, me ha dado herramientas para mejorar mi carácter. Me siento más madura como madre. Ahora en mi familia nos llevamos muy bien porque puse en práctica todo lo que me enseñaron en el centro. Además, mi niño ha mejorado bastante, sobre todo en su conducta. Uno de mis grandes problemas con él era que me mandaban a buscar de la escuela a cada rato por mala conducta, y desde que estamos viniendo al centro, eso dejó de pasar. Yo creo que he mejorado como madre y él como hijo”.
Una de las facilitadoras del Centro Crecer en Comunidad de Pedregal, Roxana Muñoz, psicóloga, certificada en Triple P, aseguró que “la acogida del Centro Crecer en Comunidad ha sido, en general, muy buena”. “En cuanto al trabajo con las madres y padres de familia, éste ha sido arduo, porque la mayoría trabaja y eso les dificulta pedir permiso con regularidad para recibir las sesiones y lo entendemos, por eso flexibilizamos con ellos la metodología en cuanto a los horarios”.
“Hemos tenido casos de éxito como el de la señora María, ella es una abuela que tuvo que quedarse con su nieto. Cuando la invitamos a participar en el programa, no faltó ni un día; era la primera en llegar, porque quería ayuda con su nieto. La maestra no podía con él en las clases, era desafiante, violento, disruptivo. Pero cuando la señora María terminó sus 8 sesiones de Triple P Grupal, la maestra y psicóloga del colegio comentaron el cambio que había tenido su nieto y todo porque, en líneas generales, la abuela aprendió a elogiarlo, a ver lo positivo de su nieto y a reforzarlo”.