El programa Preparing for life (Preparando para la Vida) ofreció visitas domiciliarias a las familias de zonas desfavorecidas en Dublín. Las visitas al hogar y la orientación comenzaban en la semana 21 del embarazo y continuaban hasta que el niño ingresaba a la escuela (en alrededor de cuatro o cinco años).
Los mentores que visitan a las familias fueron capacitados además en masajes para bebés y en Triple P.
La evaluación, realizada por un equipo de investigación conformado por economistas, psicólogos del desarrollo y epidemiólogos clínicos de la University College de Dublín, mostró que mejorando la manera en que un niño es criado se puede ayudar reducir la desigualdad, dijo el profesor Matt Sanders, quien es el fundador de Triple P - Programa de Parentalidad Positiva.
"Los niños crecen con diferentes niveles de ventajas o beneficios, pero este estudio muestra que podemos brindarles cierta resiliencia frente a los efectos de crecer en la pobreza, dándole a sus padres la confianza de criarlos bien'', dijo el profesor Sanders.
Además, agregó que "Preparing for life ofrece apoyo para las familias de zonas desfavorecidas de Dublín, entregando a los padres información de calidad acerca de la parentalidad y el desarrollo infantil".
El ensayo de control aleatorio de la Universidad de Dublín separó a los padres en dos grupos. Un grupo recibió un tratamiento más intensivo: el Parenting for Life (Parentalidad Para la Vida) completo; mientras que otro grupo recibió uno menos intensivo, que no incluyó el programa de consejería o mentoría, Triple P o el programa de masaje para bebés.
De las 115 familias en el grupo de tratamiento intensivo, 55 también realizaron Triple P Grupal, Triple P Atención Primaria o Triple P Grupos de Discusión. Todas las familias de este grupo fueron expuestos a Triple P durante las visitas domiciliarias.
"En consecuencia, los principios y técnicas de Triple P influyeron en la forma en que los mentores incentivaron a los padres a interactuar con sus hijos", dijo el profesor Sanders.
Además, señaló que la evaluación encontró que los niños del grupo con tratamiento intensivo tuvo una diferencia de 10 puntos en el CI (Coeficiente Intelectual) con los niños del grupo que recibió el tratamiento menos intensivo.
Otros efectos significativos presentes en los niños a la edad de ingresar a la escuela incluyen:
• 25% de los niños del grupo intensivo obtuvo una habilidad verbal superior a la media, en comparación con el 8% de los niños del grupo que recibió un tratamiento menos intensivo.
• Los niños del grupo intensivo fueron más capaces de controlar su atención.
• Los niños del grupo intensivo tuvieron mayor destreza en la motricidad fina y gruesa.
• Los niños del grupo menos intensivo tenían más probabilidades de no estar desarrollando adecuadamente sus competencias social (43 %) que aquellos del grupo que recibió la intervención completa (25 % bien encaminados).
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