Ofrecer un programa de parentalidad sólo a los grupos de alto riesgo puede impactar en esa parte relativamente pequeña de la comunidad. Sin embargo, los estudios poblacionales en Estados Unidos y Australia demostraron que usar un enfoque de salud pública de Triple P para el apoyo parental, puede tener un impacto significativo a nivel de toda una comunidad, incluyendo:
- Reducción de la tasa de hospitalización o ingresos a Urgencia por lesiones producto de maltrato infantil (1)
- Reducción de la tasa de los casos confirmados de maltrato infantil (1)
- Reducción de los problemas de salud mental infantil significativos (2)
- Disminución de los niveles de depresión, estrés y otras angustias emocionales en los padres y madres (2)
- Reducción del riesgo de que los niños y las niñas desarrollen problemas posteriores como depresión, disminuyendo los factores de riesgo familiar (2)
- Menor cantidad de medidas de cuidado alternativo para los niños y niñas (1)
(1) Prinz, R.J., Sanders, M.R., Shapiro, C.J., Whitaker, D.J., & Lutzker, J.R. (2009). Population-based prevention of child maltreatment: The U.S. Triple P system population trial. Prevention Science, 10(1), 1-12.
(2) Sanders, M.R., Ralph, A., Sofronoff, K., Gardiner, P., Thompson, R., Dwyer, S., & Bidwell, K. (2008). Every Family: A population approach to reducing behavioral and emotional problems in children making the transition to school. Journal of Primary Prevention, 29, 197-222.